jueves, 24 de enero de 2008

Libre comercio y otros desastres del mundo mundial

Niños del barrio de la Séptima Sección (el Haarlem de Juchitán) observando fascinados cómo el coche de Marcos se cierra solo. Por cierto, aprovecho para presentar el famoso coche que nos hace pasar por policía federal. (Cada día menos, a medida que va acumulando mugre)
Una servidora peleando duro con los complejos mecanismos de registro de imágenes, en radio Totopo, Séptima Sección, Juchitán de Zaragoza
La Reina de la vela del Cristo negrito (no me acuerdo del nombre oficial). De nombre Karen, lleva un super huipil de gala que cuesta un riñón. Lo que lleva en la cabeza es el halo (solo lo llevan las reinas).
Para uno que yo me se que le gustan los arbolitos, este tremendo ejemplar está en el medio del patio en donde vivimos. Las ramas llegan a todas las casas que lo rodean, yo calculo que es prehispánico.
Una foto sacada de internet donde se ven los trajes de fiesta juchitecos. Los que se ven en la foto son todos de gala completa extepto el de la señora de la esquina derecha, que si os fijáis lleva la falda de otro tipo de tejido (media gala).
¡Impacientes! Es que el otro día no me dió tiempo de colgar fotos adecuadamente ilustrativas. Ayer entró un gato en la casa. Estoy aprendiendo a columpiarme en hamacas (hay una en el piso de arriba). Nos hemos hecho amigos de una lagartija que se ha instalado en la lámpara, desde donde se atraca de mosquitos. Escuchaba esta canción mientras escribo
What I thought it was it isn't now...
What I thought it was it isn't now...
There's a pattern in the system
There's a bullet in the gun
That's why I try to save you
But it can't be done
Y no se por que me pareció que tenía que ver. Ahora por fin he convencido a Marcos de que me deje conducir un poquito la nave por dentro del pueblo y ya hasta se dar media vuelta. La verdad es que conducir no se me da muy bien pero se me ocurre que nunca se sabe, quizá un dia necesite encender yo el auto o conducirlo por algun motivo? El viento ya remitió, con lo cual están de vuelta los mosquitos. Y últimamente no tengo muchas ganas de escribir, será porque siempre me colapso cuando hay algo importante que escribir. O porque me deprimo pensando en qué será de mi vida cuando vuelva a barcelona, encontrar trabajo, cada día tengo menos ganas de trabajar de algo que no me guste pero no hay de otra, somos demasiados licenciaduchos en españa, encontrar piso, imposible, es ridículo pensar que estamos ahorrando dinero aquí pese al despilfarro que supone la gasolina y comer fuera cada día, etc y que sin embargo sabemos que en españa no vamos a alcanzar ni para rentar una caseta de perro. Frustración en avanzadilla, preparandome para el duro golpe que va a suponer, pese a todas las ganas que tengo de volver, volver a los refrescos enlatados y al prohibitivo libre comercio, a las falsas frutas tropicales y sobre todo a una vida sin expectativas de mejora...mejor nos vamos a Cuba? Acabé de leerme el libro "Las venas abiertas de America Latina", que es de Eduardo Galeano, y que me tardé como 8 meses en leermelo porque cada vez que me leía una página entraba en depresión profunda, así que me fui dosificando la tristeza y al final me acabé la historia de como los europeos, en tácito acuerdo con los estadounidenses, condenaron y han seguido condenando a la humillación, la miseria, el despojo institucionalizado, los genocidios, etc, etc, etc a este bello continente que nos sirve de despensa. America es hermosa, quizá porque con tanta sangre crecen mejor los arbolitos. Por eso me pone triste leer esas cosas porque casi casi preferiría seguir creyendo que no hay mala intención y que en realidad tenemos poco o nada que ver con todo este follón. El otro día un niñito de pocos meses me vió y entró en un profundo ataque de pánico. Más bien: me miró a los ojos y empezó a aullar de pavor. Supongo que la explicación lógica es que todavía no había visto a nadie con los ojos claros. Pero aún así, tengo que reconocer que me hizo sentir mal. Como si la inocencia del niño hubiese detectado en mi a un enemigo ancestral: ¡al invasor! La madre se lo tuvo que llevar del otro lado de la plaza en donde no me viese porque estaba fascinado de terror conmigo y no podía dejar ni de mirarme ni de llorar. Aun así se seguían oyendo los aullidos en la distancia.
En una paradita de discos que como luego supimos era la disquera de los grupos autóctonos de Juchitán nos regalaron dos discos cuando le dijimos al señor que buscabamos musica de la region para un documental. ¿Quien regala cosas hoy en dia, solo con la improbable esperanza de que se le de crédito más tarde si se usa su música? Cosas así te hacen recuperar la esperanza de que no todo está hecho mierda en el mundo; todavía hay gente que cree en la solidaridad en vez de en el dinero contante y sonante, trinca-trinca. A nuestras manos han llegado ya contratos hechos por Unión Fenosa, por la CFE, por Preneal, con términos a cual más insultante, con firmas falsas, o peor, con firmas que son apenas las trabajosas iniciales del firmante, de lo cual se deduce, obviamente, que no sabe leer, así que ¿cómo es posible que un contrato así sea válido cuando lo firman practicamente con una cruz?
En el cruce de caminos, sin saber pa'donde tirar, sabiendo que nos faltan miles de días para poder acabar esto pero sin tenerlos, gritando preguntas contra muros que no responden, aqui estamos, tal vez perdiendo el tiempo, tal vez no, algún día se verá.
Os quiere vuestra
niña analfabeta
...agm...
p.s. mañana nos vamos a un foro que hay en, este, como se dice, tehuantepec, sobre el libre comercio, el plan puebla panamá, y otros desastres del mundio mundial.

1 comentario:

Na Galaena dijo...

El nen potser veuria en el color de la teva pell la repulsió al blanc de la mort.